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Fuengirola aplica un tratamiento de endoterapia para combatir la plaga del picudo rojo en palmeras

 

La técnica consiste en la perforación de los troncos de los ejemplares afectados para inyectarles emamectina, una sustancia de bajo impacto ambiental, segura y eficaz

El proceso de aplicación se prolongará durante cinco días para tratar las 133 palmeras afectadas que hay en la ciudad

 

20/11/2020- La concejalía de Ecología Urbana aplica un tratamiento de endoterapia que sirve para combatir la plaga de picudo rojo en las palmeras de la ciudad. Estas tareas, que ya se están desarrollando en distintas calles y parques de la ciudad, tienen un bajo impacto medioambiental, son seguras para personas y animales y eficaces ante la plaga. De su funcionamiento y aplicación ha dado cuenta hoy el edil del área, Antonio Carrasco.

“Desde hace un par de años en Fuengirola estamos aplicando un tratamiento innovador como es la endoterapia, que consiste en taladrar la parte baja de la palmera para inyectarle un producto que se llama emamectina y que actúa a través de la savia del árbol, de forma que cuando el picudo come de la corteza actúa sobre ello y evita la infección”, ha explicado el edil, señalando que “esta técnica debe aplicarse por personal cualificado y por ello, la concejalía de Ecología Urbana lo sacó a licitación y ha sido adjudicado a la empresa Savia por un total de 13.200 euros”.

En este sentido, Carrasco ha detallado que el proceso de aplicación del producto fitosanitario contra el picudo rojo “se prolongará durante cuatro o cinco días para tratar las 133 palmeras que tenemos afectadas en el municipio”.

Sobre los beneficios que aporta la aplicación de este tratamiento de endoterapia frente a los tratamientos químicos utilizados anteriormente, el edil ha destacado que no es una técnica dañina para el medio ambiente, pues “el producto se inyecta en el tronco del árbol y no se pulveriza y además, es inocuo para la salud, pues no afecta ni a las personas ni a los animales”.

El picudo rojo es un insecto invasor que llegó al sur de nuestro país en un cargamento de palmeras infectadas proveniente del Sudeste Asiático a finales del pasado siglo. Posteriormente, se expandió a los palmerales del litoral mediterráneo, ocasionando una plaga que, aún hoy, está siendo combatida por muchos ayuntamientos y jardines privados. Su incidencia en las palmeras es altamente devastadora y les puede llegar a causarles la muerte.