Dos de los intentos de hurto se produjeron sobre dos usuarios de cajeros automáticos que habían extraído dinero pocos minutos antes. El cuerpo de seguridad municipal aconseja extremar las precauciones a la hora de realizar una retirada de efectivo en uno de estos dispositivos, especialmente a las personas mayores

15/2/2022 – La Policía Local de Fuengirola ha frustrado tres robos con violencia durante la última semana, ha detenido a los cuatro presuntos autores y los ha puesto a disposición de la Policía Nacional acusados del mencionado ilícito penal.

Por orden cronológico, el primer intento de latrocinio ocurrió sobre las 12:55 horas del pasado martes 8 de febrero en una entidad bancaria ubicada en la avenida Ramón y Cajal. Una mujer de 74 años estaba sacando dinero del cajero automático de la oficina cuando dos jóvenes, de 18 y 24 años, se abalanzaron sobre ella para arrebatarle el bolso que portaba, en cuyo interior había introducido el efectivo, concretamente, 600 euros.

Según el informe policial posterior, un testigo de los hechos se interesó por lo que estaba ocurriendo y agarró del brazo a una de estas dos chicas. Más personas que estaban presenciando los hechos comenzaron a gritar en busca de ayuda, cuando, justamente, una patrulla de agentes de la unidad de paisano de la Policía Local estaba patrullando por la zona.

Es por lo que los funcionarios se presentaron e instaron a las sospechosas a deponer su resistencia. Ante esto, soltaron el dinero y emprendieron la huida a pie en dirección a la calle Martínez Catena. Tras solicitar refuerzos, los policías consiguieron interceptarlas, pocos metros más adelante, en la citada vía, y ponerlas a disposición de la Policía Nacional acusadas de la comisión de un robo con violencia.

El viernes 11, sobre las 7:35 horas, la Sala de Coordinación de la Policía Local recibió una llamada avisando de la presencia de una mujer de avanzada edad pidiendo auxilio en el entorno de la calle Miguel Márquez. Hasta allí se desplazaron varias patrullas, que observaron cómo, cerca, en el Paseo Marítimo, había un hombre tirado en el suelo forcejeando con otro que estaba intentando zafarse de él.

Uno de ellos resultó ser un varón de 52 años, que según relató un testigo de los hechos, intentó robarle el bolso a la mujer que estaba pidiendo ayuda. Sin embargo, la resistencia que planteó la víctima y la ayuda que le prestó el citado testigo, impidió que éste se llevara su botín y huyera, dejando a su paso un cuchillo, y siendo interceptado, más adelante, y finalmente, detenido imputado por un posible delito de robo con fuerza.

Por último, el sábado 12, sobre las 9:10 horas, una unidad policial que patrullaba en la avenida Jacinto Benavente fue requerida por varios ciudadanos que transitaban por la zona alertando de un robo producido en un cajero de un banco situado en la cercana calle Alfonso XIII. Esta vez, la víctima era un  hombre de 62 años que había requerido 900 euros.

Tras alertar a las demás patrullas operativas, otra unidad localizó a un hombre sospechoso corriendo por el Paseo Jesús Santos Rein, en dirección a avenida de Mijas. El joven, de 19 años de edad, fue alcanzado, en la calle Córdoba, poco después. Unos metros antes se había desecho de una riñonera que tenía, precisamente, la cantidad robada al utilitario del cajero bancario.

Según el denunciante, el detenido se echó encima del usuario del cajero simulando estar bajo los efectos del alcohol y aprovechó para arrebatarle el dinero que extrajo de dicha máquina de sus propias manos. Por eso, los funcionarios del orden intervinientes decidieron retenerlo y llevarlo ante la Policía Nacional por cometer un presunto delito de robo con violencia.

La Policía Local de Fuengirola recuerda a los usuarios de los cajeros automáticos que deben extremar las precauciones cuando vayan a sacar dinero en efectivo, especialmente las personas mayores. En este sentido, el cuerpo recomienda hacerlo acompañados de familiares u otras personas y que no retiren cantidades grandes. Asimismo, aconseja que echen un vistazo a su alrededor antes por si hay otras personas vigilando, demasiado cerca o que, de algún modo, le levanten sospechas.